viernes, 26 de junio de 2009

Castillo de los Tres Reyes del Morro

FOTO: Ahmed Velazquez

• Un destello de luz ilumina cada noche la entrada al puerto de la bahía de La Habana, donde se levanta majestuoso sobre las rocas, la clásica fortificación del siglo XVI.
Las incursiones de Francis Drake en el Caribe habían comenzado a inquietar seriamente al rey de España Felipe II, que se percataba por vez primera de lo indefensas que estaban las posesiones españolas ante los ataques de los corsarios y piratas.
El sistema defensivo de la villa, en aquella época, era muy precario y sólo en ese tiempo se podía contar con la única fortificación sólida del castillo de la Real Fuerza, que no era suficiente, ya que estaba emplazado al fondo del canal de entrada a la bahía.
En el año 1563, el entonces gobernador de la Isla, Diego de Mazariegos, había hecho levantar una torre de sal y canto que sirviera de atalaya en las alturas de El Morro, situada en la ribera derecha de la bahía. Esta torre constituyó el paso primero para lo que luego sería el castillo de los Tres Santos Reyes Magos más conocido por castillo de El Morro.
En 1589 se emprendieron las obras por el ingeniero militar Bautista Antonelli y continuó la dirección de las mismas su sobrino Cristóbal de Roda en el año 1594, hasta que concluyó en 1630.
La fortaleza se levanta sobre una superficie rocosa, formando un polígono irregular, con baluartes, foso, aljibes, cuarteles, calabozos y almacenes. A un nivel inferior, por la parte de la bahía, se continúa en las baterías de los Doce Apóstoles y de La Pastora.
En 1762 cuando La Habana fue atacada por los ingleses, el castillo desempeñó un papel fundamental, pero sus muros —juzgados hasta entonces como inexpugnables— sufrieron el intenso bombardeo de la artillería inglesa, que logró penetrar y tomar la ciudad.
La torre del Morro comenzó a utilizarse como faro desde 1764. En el siglo XVII se alumbraba con leña; a principios del XIX con gas, después, con aceite; ya en el 1844 se demolió la antigua torre y se inauguró otra con el nuevo sistema de Fresnell, al que se nombró faro de O' Donnell. A partir de 1945 es que es electrificado donde sus señales alcanzaban 50 millas de distancia en auxilio de la navegación.
Esta fortaleza de tipo renacentista, fue durante más de un siglo, la defensa del puerto y la ciudad, junto a los castillos de San Salvador de la Punta y el de la Real Fuerza. Su estructura está formada por sucesivas cortinas que miran hacia el mar y permiten cerrar la fortaleza. Así cada ángulo de cortina ampliaba la visibilidad y aumentaba el radio de acción en cada batalla.
El movimiento de la tropa y la artillería se realizaba en su interior por medio de rampas, escaleras y pasadizos que se dirigían hacia niveles defensivos, donde se encontraban las baterías, las garitas y la torre del vigía.
Ahora el Castillo de los Tres Reyes del Morro es un museo y centro turístico, donde ofrece a los visitantes sus salas temáticas, como la de historia de la navegación, la de la estación semafórica y del faro, así como una exposición permanente sobre la trayectoria de este lugar, que junto a la fortaleza de La Cabaña, integran lo que es hoy el Parque Histórico Militar Morro-Cabaña. •

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