viernes, 31 de julio de 2009

El castillo de San Salvador de la Punta


• Esta fortaleza hermanada con el castillo de Los Tres Reyes del Morro, no sólo por su posición a ambos lados de la entrada del puerto habanero, sino por haber sido construido simultáneamente por el mismo ingeniero Bautista Antonelli, entre 1590 y 1630 para la defensa de los habitantes de la villa.
En 1585 al conocerse los planes del corsario sir Francis Drake, se agudizan las medidas defensivas para proteger La Habana. Éstas resultan efectivas cuando, el 29 de febrero de 1586, aparecen frente a la bahía los primeros buques ingleses, y los cañonazos disparados desde La Punta y El Morro los hacen retroceder.
Por este hecho en 1588 se acuerda que, siendo este puerto tan importante, «conviene se guarde bien y para ello se haga un fuerte en el Morro, en la parte que está designado...», y que al otro lado se haga un fuertecillo como también está designado y que dicho fuerte «frontero del dicho Morro se llame del Salvador».
Este castillo de tipo renacentista fue levantado sin más cimientos que los arrecifes del litoral, y muchas fueron las dificultades en su construcción, tanto por problemas económicos como por una tormenta que la azotó en 1595 que casi arruina toda su muralla y terraplén.
Ya en 1601, en medio de disputas acerca del valor estratégico de la fortaleza, se decidió desmantelarlo hasta dejarlo reducido a una torre-plataforma capaz de acomodar seis u ocho piezas de artillería y una guarnición de 15 hombres. Más tarde se desistió de esa idea por considerarse que dicho fuerte defendía el camino que va a la Chorrera por la ribera del mar.
En 1607 se confirma la utilidad del fuerte y el Rey ordena la reconstrucción de dicho baluarte, que fue llevada a cabo por el gobernador Ruiz de Pereda hacia 1609, por la misma época en que se culminaba El Morro.
El 6 de junio de 1762, como consecuencia de la guerra entre España e Inglaterra, los ingleses inician el sitio de La Habana, cuyas defensas sucumben sin remedio, incapaces de detener el empuje militar de un poderío no previsto en el diseño de su sistema de fortalezas. Como resultado del ataque inglés, habían quedado destruidas las cortinas y los baluartes de La Punta, los cuales son reconstruidos al mismo tiempo que se amplían sus obras primitivas por los ingenieros Silvestre Abarca y Agustín Crame.
Desde entonces, La Punta va transformándose de acuerdo a los requerimientos propios de la defensa y otros usos, perdiendo y modificando elementos o añadiendo nuevas y modernas construcciones que van a alterar gradualmente su forma original, como al quedar cubierta hasta dos metros por encima de su base a causa de las sucesivas pavimentaciones por el crecimiento urbano del entorno: la Avenida del Puerto y el Malecón.
En el siglo XX, durante la República, albergó dependencias de la Marina de Guerra y después del triunfo de la Revolución sirvió como Escuela de Milicias y como sede de dependencias estatales.
Hoy, restaurado por la Oficina del Historiador de la Ciudad, el Castillo de San Salvador de la Punta muestra en tres salas, de exposición permanente, su historia y la de la arqueología subacuática cubana. •

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