miércoles, 27 de enero de 2016

La Farmacia-Museo Taquechel

• Entre los lugares más atractivos de la calle Obispo en La Habana Vieja, se encuentra una farmacia devenida tienda y museo, la cual rinde honores a su creador, el eminente farmacéutico Francisco Taquechel en 1898, quien le concedió a su tienda y laboratorio fama y preferencia durante muchos años.
En el año 1997 la antigua farmacia fue restaurada por la Oficina del Historiador de la ciudad, pues se encontraba deteriorada por el paso del tiempo, la ausencia de mantenimiento y por el grave incendio que allí tuvo lugar. La labor de restauración permitió rescatar su imagen, su mobiliario y la puesta en función de sus diferentes áreas, como el laboratorio, almacenes y comercialización, devolviéndole el encanto de épocas pasadas Este establecimiento ganó el prestigio en su época por la calidad de sus productos y los razonables precios. La decoración está inspirada en las corrientes francesas y por los avances de la alfarería europea del siglo XVIII. Sus estantes típicos de caoba están decorados con pomos de porcelana y cristal donde se almacenaban los medicamentos. También se encuentran adornos de mármol y las vidrieras, que constituyen elementos de gran atracción, por su belleza y conservación. Otros objetos que también se exhiben son los utensilios para la elaboración de los medicamentos y los libros de recetas con remedios naturales de la época. En la calle Obispo número 155 entre Mercaderes y San Ignacio se encuentra esta farmacia-museo, donde se comercializan medicinas homeopáticas, suplementos dietéticos, cosméticos, cremas de algas, mieles, productos derivados del cartílago de tiburón, vitaminas y minerales antioxidantes, para continuar la línea de excelencia que la marcó desde sus inicios. •

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